Una de las películas clásicas que a todos nos encanta es Pretty Woman.
Cada vez que la emiten en televisión, supera con diferencia su franja y sigue batiendo récords de audiencia. Y nos encanta la química entre Julia Roberts y Richard Gere. Sin embargo, en un principio no se tenían en mente estos actores.
Antes de que Richard Gere fuese elegido como Edward Lewis, se pensó en Christopher Reeves, Sylvester Stallone, Dennis Quaid y Denzel Washington, entre otros.
Mucho más controvertido fue el papel de Vivian, ya que nadie quería interpretar a una prostituta, elección que muchas lamentarían más tarde; Michelle Pfeiffer, Daryl Hannah, Sandra Bullock, Sarah Jessica Parker, Meg Ryan, Jennifer Jason Leigh, Emma Thompson...y la lista sigue y sigue.
Lo malo siempre es más fácil de creer.
Sin embargo, al director no le llegó a convencer del todo el cuerpo de Julia Roberts, y fue "doblada" por el cuerpo de Shelley Michelle, tanto en la película como en el cartel de la película, ya que JR estaba "demasiado delgada". Por lo menos, fue por la doble más famosa de Hollywood, ya que ésta no es la única película a la que ha prestado su cuerpo (El príncipe de las mareas, Análisis final...)
Para lo que no necesitaron un doble fue cuando Richard Gere está tocando el piano, ya que es el propio actor el que toca.
— Algunas de esas historias, acaban bien.
— ¿Sí? Dime una.
— Putanieves y el Príncipe
Y en un principio, el final de la película era con Edward dirigiéndose hacia el aeropuerto, y sin acabar con Vivian. Pero en el pase previo, el público se quejó de este final, y decidieron cambiarlo por un ser felices y comer perdices, lo que nos gusta, vamos.
Hasta el título iba a ser diferente, 3000$, haciendo ilusión al precio que cobrara, sin embargo se pensó que era demasiado science fiction, cambiándolo por el título de la canción más famosa de la película, y probablemente la que todas tenemos en mente cuando vamos de tiendas.
- Quiero más.
- Ya sé lo que es querer más.Yo inventé ese concepto.La cuestión es cuánto más.
- Quiero el cuento de hadas.
Julia cobró $300,000 por esta película. Y el título de "la novia de América", of course.
Casi lo que costó el famoso collar que lleva a la ópera ($250,000), por lo que tuvieron que estar rodando con un guardia de seguridad (pistola incluida) vigilándolo constantemente.
Lo que no fue tan caro, fue el vestido, ESE VESTIDO rojo de Pretty Woman. Se compró por $30 en el mercadillo. Y tan divinísimo.
Y esta escena no estaba en el guión, fue totalmente improvisada por Richard Gere, por lo que la reacción de Julia es real. A los productores les gustó tanto que decidieron dejarla.
Sin embargo, cuando Vivian está en la habitación viendo "Te quiero Lucy", el director le tuvo que hacer cosquillas en el pie para que se riera tanto.
—¿Qué le pareció la ópera querida?
—Uf, por poco me meo de gusto en las bragas.
—¿Qué ha dicho?
—Que la música de La Traviata la embriaga.
La ópera a la que van es La Traviata, que trata sobre una prostituta que se enamora de un hombre rico. ¿Os suena?
- ¿Y que ocurrió al final?
- Que ella le rescató a él.
- The necklace that Vivian wears to the opera really cost $250,000. While filming, a security man from the jewelry store equipped with a gun was constantly standing behind the director.fue la última película del actor Ralph Bellamy, que interpretó al empresario James Morse. Falleció un año después, en 1991, a los 87 años.En la escena en el comedor del hotel, en la que vemos a Edward tocando el piano, es de hecho Richard Gere que lo está haciendo de verdad.
Un final muy distinto. ¿A alguien se le pasa por la cabeza que Vivian y Edward no acaben juntos? ¡Al guionista! En el libreto original, el multimillonario pasaba de largo con su coche hacia el aeropuerto, sin dar la última oportunidad al amor. Menos mal que hubo un pase previo en el que el público mostró su descontento con el desenlace de la película y el director lo cambió por el final feliz que hoy todos conocemos.Un final muy distinto. ¿A alguien se le pasa por la cabeza que Vivian y Edward no acaben juntos? ¡Al guionista! En el libreto original, el multimillonario pasaba de largo con su coche hacia el aeropuerto, sin dar la última oportunidad al amor. Menos mal que hubo un pase previo en el que el público mostró su descontento con el desenlace de la película y el director lo cambió por el final feliz que hoy todos conocemos.
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